La pintura fue una de las primeras compras realizadas por el famoso coleccionista de Brescia Paolo Tosio, que recientemente había comenzado a componer su colección. La datación -fijada por los estudiosos, sobre bases estilísticas, en los años 1505/1506- sitúa la tablilla en los últimos años pasados en Urbino por el joven Rafael, antes de su traslado a Florencia. En esos años el artista pintó obras de pequeño formato y gran refinamiento estilístico, destinadas a la devoción privada y densamente caracterizadas por referencias al clasicismo, en consonancia con la cultura de la corte de Urbino, uno de los principales centros en Italia de elaboración y propagación del ' Humanismo. La figura de Cristo se sitúa en primer plano sobre un fondo paisajístico ligeramente insinuado. El paño rojo real, la corona de espinas, la mano traída al costado y el gesto de bendición definen la sacralidad de la figura y determinan su mensaje religioso.