El complejo de Sant'Anastasio es una de las joyas de Asti. Visitarla significa literalmente sumergirse en la historia más antigua de la ciudad. En este sugerente espacio subterráneo todavía se pueden ver los restos de la iglesia románica dedicada a Sant'Anastasio, que a partir del año 1000 se convirtió en la sede de un importante monasterio femenino. Un lugar imperdible es sin duda la cripta, pero la verdadera maravilla es poder interpretar las huellas del tiempo que se entrelazan en este sitio, y que tienen sus raíces en la época lombarda e incluso romana.

Salvo algunas excepciones, los capiteles expuestos en el largo corredor pertenecen a la fase más monumental de la iglesia, la de principios del 1100 d.C. Después de su fundación hacia el año 1000, el monasterio de San Anastasio fue ocupando progresivamente con un papel espiritual pero también cada vez más importante desde el punto de vista económico (gracias a sus vastas propiedades territoriales): esto había llevado a la necesidad de renovar la estructura, ampliando su superficie y mejorando sus elementos decorativos. Destaca la variedad de temas esculpidos en los capiteles: escenas figurativas, ángeles, cruces, pero también espirales y motivos vegetales. Incluyendo un racimo de uvas. La iglesia, construida poco después del año 1100 d.C., tenía tres naves. De gran impacto debió ser el sistema de bóvedas de crucería, que descansaban sobre pilares cuadrangulares de mampostería o sobre soportes formados por cuatro semicolumnas. La mayoría de los capiteles expuestos en el corredor del museo debieron decorar este sistema de columnas. La iglesia también estaba equipada con un campanario cuadrado, del que sólo quedan los cimientos.

Entre los numerosos restos arqueológicos del lugar, aún hoy se pueden reconocer con bastante facilidad las columnas de la iglesia románica de alrededor del 1100 d.C.: busque sus bases curvas. Fíjate también en el muro bajo las columnas: la parte construida con guijarros de río forma parte de los cimientos. Los muros de la iglesia, en cambio, se construyeron alternando terracota y piedra arenisca, según el estilo típico de la época en la zona de Asti. Una sala entera del museo está dedicada a la exhibición de diversos hallazgos de piedra, descubiertos a través de excavaciones e investigaciones en diferentes puntos de la ciudad. Entre todos destacan los escudos de las familias nobles de Asti y las decoraciones arquitectónicas, así como el espléndido fragmento de una fuente policéfala.