La antigua iglesia de S. Libera en Ferrara, actual sede del Lapidarium, fue construida en el siglo XV. En su interior se conservan piezas de las colecciones de Ferrara, las resultantes de la reutilización y el descubrimiento, mientras que en un sector aparte se encuentran piezas foráneas y un grupo de 9 ánforas. La estructura expositiva, además de potenciar las cualidades artísticas de las piezas figuradas, favorece la comprensión del relato del coleccionismo y destaca el valor documental histórico de las inscripciones. De hecho, en el itinerario expositivo se han recompuesto los núcleos originales de la colección, que nos remiten a figuras de personalidades eminentes como Rinaldo D'Este, duque de Módena, a eruditos y anticuarios como Girolamo Baruffaldi y Giuseppe Antenore Scalabrini o a coleccionistas como el cardenal Gian Maria Riminaldi, mientras que los hallazgos de excavación y las reutilizaciones se han ordenado según un criterio topográfico, que destaca las peculiaridades de la población romana de la zona de Ferrara.