El San Cristoforo alla Certosa se encuentra en Ferrara y está abierto para el culto y las funciones litúrgicas. Borso d'Este fue el responsable de la idea de promover la construcción de un monasterio cartujo en Ferrara en 1452. Como manda la regla de la orden, la elección del lugar para erigir la Cartuja Estense recayó en la distancia del núcleo habitado. Sin embargo, este aislamiento fue breve: unas décadas más tarde, con la finalización de la Addizione Erculea, el conjunto se encerró en el círculo de las murallas del Este, perdiendo así la característica de "ermita" pero entrando en la imagen de la ciudad renovada por Hércules I a finales del siglo XV. En 1498, junto a la primitiva iglesia, se inició la construcción de un nuevo y más espacioso templo dedicado a San Cristóforo. Con el tiempo, la iglesia borsiana se incorporó al convento, mientras que la nueva se convirtió en el punto de apoyo de la vida religiosa de los cartujos. La fachada, que quedó sin terminar, fue adornada en 1769 con un monumental portal de mármol, que las restauraciones realizadas en 2007 han devuelto a su antiguo esplendor. En el interior destacan las decoraciones de los altares laterales, obra de Nicolò Roselli, y las de los retablos del crucero, pintados hacia 1570 por Bastianino. Una impresionante campaña de restauración había permitido recientemente a San Cristoforo recuperar, además de su función sagrada original, también el importante papel cultural de uno de los monumentos más significativos y preciosos del patrimonio histórico-artístico de Ferrara.