Con este trabajo, el artista conceptual Les Levine en los años noventa pretendía sostener que los temas designados para las exposiciones colectivas a menudo obligan a las obras de arte a conformarse al tema. En el texto que acompaña a la obra, una carta explica qué desastres habría traído la persistencia de estas manifestaciones y una cierta idea de entretenimiento durante esa década y también después. La declaración de Levine resulta ser, hasta el día de hoy, más una profecía que una simple afirmación.

En el trabajo de Levine se ven representados algunos gatos en los que destaca el lema. La obra se inspira en las pinturas rupestres que otorgaban poder a la comunidad a través de un ritual visual. Los gatos, animales domésticos, representan la metáfora de la obsesión por las exposiciones de grupo agresivas. En la comunicación contemporánea, los gatos - sujetos más compartidos en las redes sociales, nuestra nueva cueva de Lascaux - representan las pinturas rupestres de las nuevas cuevas digitales. ¿Qué significa entonces organizar un premio de arte hoy en día? Probablemente se pueda pensar en la oportunidad de llevar a cabo una reflexión sobre lo que parecen ser las trayectorias más interesantes del pensamiento artístico en este momento histórico, tanto en el ámbito estético como, sobre todo, en el existencial. [...]