Un edificio de tres plantas de finales del 1700, una casa modesta, con granito clásico visto y nada que la diferencie de muchos edificios de esta Gallura donde hasta la piedra tiene su propia historia.

Más allá de estas paredes de granito, los materiales y objetos que amueblan el asombroso museo tienen una particularidad. Están animados. Forma y sustancia, acto y potencia de todo lo que se ha movido, que ha estado entre los pastores, labradores, artesanos, familias de esta franja de tierra. Los intentos de catalogar, describir, etiquetar este pequeño tesoro son completamente vanos. Para comprender hay que respirar, mirar, escuchar.

El primer museo etnográfico de Gallura, la región nororiental de Cerdeña, se basa en la reconstrucción más fiel de los ambientes típicos de la civilización de Gallura. Las habitaciones han sido reconstruidas respetando la estructura y el equilibrio de las antiguas casas de Gallura, con un cuidado y atención al detalle que las hace vivas, vividas. Una fidelidad reconstructiva que asombró, por momentos conmovió, a aquellos visitantes mayores que aquellos ambientes realmente habían experimentado y conocido, hallazgos que significan obras, acciones, palabras, emociones.

MARTILLO FEMENINO AGABBADORA

En el interior del Museo de Galluras se puede ver el único ejemplar de Martello della Femina Agabbadòra hallado en una antigua masía en demolición cerca de Luras, localidad que alberga el Museo.