La Fundación Sozzani presenta la exposición "El cuerpo, la mente, el espacio" de Roger Ballen , cincuenta fotografías desde los años setenta hasta la actualidad, un vídeo y una instalación site-specific.
Rogen Ballen es uno de los fotógrafos contemporáneos más importantes y originales, que investiga lo invisible con imágenes a menudo inquietantes, suspendidas en un espacio entre la pintura , el dibujo , la instalación y la fotografía .
Americano de nacimiento, ha vivido en Sudáfrica desde 1982. Durante los últimos treinta años ha desarrollado un estilo distintivo en la fotografía con un formato cuadrado simple en blanco y negro. En sus primeros trabajos es evidente el vínculo con la tradición de la fotografía documental pero en los 90 desarrolló un lenguaje propio que califica de “ballenesco”, que se hizo inmediatamente reconocible en el mundo del arte.
Ballen crea fotografías en la frontera entre la realidad y la imaginación. "La realidad es una palabra que no tiene significado para mí. Es insondable. Prefiero expresar el misterio de este mundo en lugar de reflexionar sobre su naturaleza fundamental".
La exposición en la Fundación Sozzani se desarrolla en tres temas.

El cuerpo
Las fotografías en blanco y negro de Ballen son poderosos retratos psicológicos, que escudriñan profundamente la condición humana, sus personajes actuando en un marco absurdo, creando imágenes tan profundas como enigmáticas.

La mente
Formas faciales similares a fósiles y partes del cuerpo desmembradas coexisten incómodamente entre sí con sombras evanescentes como fantasmas. “A medida que avanzaba mi trabajo, se me hizo cada vez más claro que las imágenes eran psicológicas por naturaleza, porque nacían de mi imaginería más profunda. Es un lugar difícil de llegar, me tomó mucho tiempo no solo llegar, sino también definirlo visualmente”.

El espacio
Las misteriosas habitaciones parecidas a celdas en las fotografías de Ballen son lugares reales, pero inquietantes, extraños e ilógicos. Las paredes están cubiertas con dibujos garabateados, manchas y cables que cuelgan en el vacío: los pisos están llenos de accesorios y artefactos extraños. El espacio alterado por elementos dibujados y escultóricos revela la colaboración activa entre el artista y sus sujetos.