Hay tres museos de la Catedral de Novara: el museo lapidario - el museo del tesoro - la sala capitular. El Museo Lapidario nació de una idea del canónigo Carlo Francesco Frasconi, quien en 1813 inició la colección de inscripciones de la ciudad y el territorio. En su momento, las piezas estaban empotradas en los muros del cuadripórtico del claustro canónico. El Museo del Tesoro Catedralicio se inauguró en los años sesenta cuando Don Angelo Luigi Stoppa comenzó a coleccionar y ordenar obras de arte sacro esparcidas en las diversas parroquias de la diócesis o que habían sido recibidas previamente por los depósitos de la Catedral. Tras una intensa labor de remodelación, se instaló el Museo del Tesoro en los antiguos aposentos canónicos de la manga este del claustro canónico. Durante las obras también se renovó la antigua Sala Capitular, que se ha convertido en una sala de exposiciones en la que se recogen los documentos más antiguos y los códigos medievales del Archivo Capitular. Los Museos proponen, en un recorrido que serpentea a través de 13 salas, artefactos y documentos que abarcan un lapso de tiempo que va desde el siglo VI a.C. hasta todo el siglo XIX d.C.