Por primera vez en Italia, el Palazzo Altemps presenta una exposición que celebra el espíritu que animó a Bloomsbury : el lugar donde se experimentaron nuevas formas de vida y pensamiento que cambiaron los principios victorianos y el fuerte espíritu patriarcal del que aún estaba impregnado el siglo XX. Virginia Stephen, que aún no era Woolf, y los hermanos Vanessa, Thoby y Adrian, que quedaron huérfanos en 1904, se mudan del lujoso Kensington al barrio menos privilegiado de Bloomsbury. Pronto, un gran grupo de mujeres y hombres jóvenes se reúnen en la casa del número 46 de Gordon Square para inventar una vida nueva y libre.

Virginia Woolf y Bloomsbury. Inventar la vida es un proyecto del Museo Nacional Romano y la editorial Electa, creado en colaboración con la National Portrait Gallery de Londres . La exposición pone de relieve el alma primitiva del Palazzo Altemps, nacido como una casa noble en el corazón de Roma.

Concebida y comisariada por Nadia Fusini -profunda conocedora del autor inglés del que editó la edición en dos volúmenes en el Meridiani- en colaboración con Luca Scarlini -escritor, dramaturgo, narrador, artista de performance-, la exposición narra ante todo una experiencia de amistad intelectual a través de libros, palabras, pinturas, fotografías y objetos de los protagonistas de esta aventura de arte y pensamiento.

La historia de las figuras de Bloomsbury se desarrolla en cinco salas del Palazzo Altemps , cada una de las cuales corresponde a las distintas secciones de la exposición. Los jóvenes intelectuales que se reunían en las habitaciones de las hermanas Stephen compartían predilecciones artísticas, relaciones sentimentales, experiencias laborales innovadoras, motivaciones sociales. Estos individuos de voluntad fuerte se convertirán en economistas, historiadores, escritores, filósofos y artistas de izquierda comprometidos, a menudo muy famosos. Esperaban, como Leonard Woolf, una sociedad sin clases o, como Virginia, un mundo sin torres de marfil para sus artistas; John Maynard Keynes revolucionó el pensamiento económico y sentó las bases del estado de bienestar así como de la colaboración del estado en las artes; Lytton Strachey inventó una nueva forma de escribir la historia. Más allá del valor indiscutible de la igualdad, ante todo económica, otro valor indispensable era el reconocimiento de la singularidad de cada uno.

No es casualidad que la exposición esté instalada en las salas del Palazzo Altemps, que en el pasado acogió una prestigiosa biblioteca -recopilada entre finales del siglo XVI y XVII por el cardenal Marco Sittico Altemps y su sobrino Giovanni Angelo, luego fusionada en la Biblioteca Apostólica Vaticana-, y en el siglo XIX albergaron prestigiosos salones literarios. Es aquí, en la iglesia de Clemenza y Sant'Aniceto conservada dentro del edificio, que Gabriele D'Annunzio se casó con Maria Hardouin di Gallese en 1883, la última familia que vivió en el Palacio Altemps.