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Franco Rasma - Más luz Mostrar todas las fotos
cerrado

Franco Rasma - Más luz

De 20 octubre a 1 diciembre 2019

Aceptada la tarjeta Artsupp

Fundación 107

Fundación 107

Via Andrea Sansovino, 234, Turín

Cerrado hoy: abierta Sábado a 14:00

Perfil verificado


Fondazione 107 se enorgullece de presentar "Mehr Licht !", una exposición personal dedicada a Franco Rasma (Borgomanero, CN, 1943), una voz única en la escena contemporánea italiana. Un homenaje centrado tanto en la producción pictórica (culta, visionaria) como escultórica (visceral, posindustrial) del Maestro, y presentado a través de una muestra que remite a las instalaciones de los museos de antropología.

El 22 de marzo de 1832, poco antes de su muerte, las últimas palabras de Johann Wolfgang von Goethe en su lecho de muerte fueron “Mehr Licht!”, “¡Más luz!”. Aunque con toda probabilidad el gran hombre de letras pedía que se abriera la ventana, la comunidad intelectual ha debatido durante mucho tiempo sobre esa exclamación, considerada simbólica y profética.

Y desde la década de 1980 "Mehr Licht!" es el único título de las exposiciones dedicadas a Rasma: el manifiesto de una obsesión, un cortocircuito lleno de fantasmas en el que sólo la repetición continua puede calmar el alma del artista. Piérdete para encontrarte y volver a perderte, un círculo de 360 grados ya preparado para volver al punto de partida.

Mehr Licht! Más luz sí, porque los cuadros de Rasma se materializan frente al espectador a través de elementos inexpugnables, son luces y sombras que dividen el espacio del soporte de la mesa, dando vida a imágenes y atmósferas impalpables, cercanas a la memoria evanescente del sueño. Mundos que lindan con la realidad y tienen su origen en universos lejanos, sintetizados en representaciones mínimas que implican el uso exclusivo de la bicolor: sombras negras, luz blanca, de hecho.

Rasma es tan seco en la pintura como visceral en la escultura, caracterizado por la recurrencia del hormigón: un material pesado, que no refleja la luz sino que la engloba, atrayéndola hacia sí. Así, las cabezas esculpidas por el artista presentan en las superficies exteriores formas de casas, o altísimas flores a modo de candelabros que iluminan la oscuridad, o incluso ramas y tijeras, una barrera que aleja al espectador, recordando la imagen de una jaula desde la que es posible escapar. Es, al fin y al cabo, la condición existencial del propio artista, con la que convive, buscando y aceptando un frágil equilibrio, dispuesto a romperse en cualquier momento pero abierto a las posibilidades de regeneración que ofrece el arte.

En Rasma las prácticas de circularidad y repetición (que encontramos en el renacimiento, a lo largo de los años, de pinturas realizadas años atrás) representan una letanía perpetua, recitada en compañía de los fantasmas encontrados en el camino de la vida: son los que ayúdalo a convivir ya superar miedos e inseguridades, desgranando juntos un rosario imaginario.

Una actitud onírica, casi metafísica, guía toda la investigación del artista. Así lo muestran en las pinturas las escaleras que nunca conducen a lugares seguros, sino a puertas dominadas por la oscuridad y de difícil paso. Los árboles azotados por el viento que se deforman en siluetas insólitas, a veces humanas. Gatos y perros que se parten en el centro de la escena, con colas que perfilan el símbolo del infinito. ¿Figuras hieráticas o propiciatorias? A la espera de una respuesta plausible, Rasma exhuma la imagen de su padre, cuyo perfil es el leitmotiv a lo largo de su carrera, un punto de equilibrio donde el artista encuentra satisfecha su búsqueda pictórica.

Lo que hemos intentado contarte es el mundo secreto de Franco Rasma: de un artista integral y único, de un hombre que pasa sus días esperando certezas.

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Validez de las ofertas:

Siempre

Entrada al museo:

5.00 € en lugar de 8.00€

Exposiciones incluidas:

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