Let the bad talk presenta las obras de siete artistas de Irán y Afganistán: Elmira Abolhasani, Hoda Afshar, Elyas Alavi, Armin Amirian, Hangama Amiri, Latifa Zafar Attaii, Naseer Turkmani. El hilo conductor es el deseo sincero de establecer un diálogo intercultural. que deconstruye las categorías interpretativas clásicas del escenario de Medio Oriente llamando la atención sobre los eventos e historias de las personas que provienen de esos contextos.

Bād, en dari/farsi, significa "viento". El viento es también, metafóricamente, la voz del pueblo afgano e iraní. Cada año, durante 120 días, visita Afganistán y la meseta iraní, aullando impetuosamente a través de sus estepas. El viento puede recoger historias, haciéndolas viajar más allá de fronteras. Con su esencia intangible, encarna la fugacidad y, sin embargo, es el mejor maestro a la hora de mostrar cómo sobrevivir en la incertidumbre y la impermanencia. El título de la exposición -apelando a una afortunada asonancia con la palabra inglesa bad- pretende resumir el deseo de luchar contra cualquier polarización ética superficial entre el "bien" y el "mal", el deseo de devolver la palabra a la población iraní y afgana y la elección de observar su situación más allá de los estereotipos, en su complejidad, sin descuidar sus sorprendentes contradicciones.

A través de una pluralidad de medios, los artistas protagonistas no dejarán de evocar consonancias inesperadas entre la escena afgano-iraní y el resto del mundo. Trabajando sobre temas como la relación entre la identidad personal y el desarraigo de la patria, el entrelazamiento de la memoria cultural y las biografías individuales, Let the bad talk pinta paisajes en los que todos pueden verse, reconocerse y redescubrirse.