El artista Matthias Schaller desarrolla dos temas en la serie Leiermann: el espejo, fuente y medio de reflexiones intelectuales, ideales y racionales, y Venecia, un lugar simbólico, histórico y cultural, conectado con el mundo contemporáneo. El camino sugerido por Schaller propone, por tanto, una lectura articulada.

Sus trabajos fotográficos hacen referencia a espejos antiguos, presentes en palacios y museos venecianos, y llevan al observador a imaginar y, en consecuencia, a razonar sobre qué y cuántos personajes han sido captados por estas superficies de espejo que a su vez crean una fugaz imitación de la realidad. Para esta línea interpretativa Schaller se engancha a la composición de Franz Schubert Der Leiermann, donde se interpreta-imita un poema de Wilhelm Müller. Así, el sonido evoca la imagen que, a su vez, se propone no en forma original, sino como una imitación para enfocar aspectos y desarrollos temáticos peculiares del tema. De esta forma Schaller opta por compartir esta interpretación para detenerse en qué y cómo los espejos del pasado transmiten la imagen de Venecia de hoy.

Esta ciudad, para el artista, no puede reflejar nada ya que sus habitantes, año tras año, abandonan la ciudad. Una visión personal que lleva al observador a examinar críticamente estos contextos -el espejo y la ciudad- reformulados por Schaller que quiere unirlos por una pasividad latente. Así, sus fotografías centran críticamente la atención en cómo un contexto maravilloso y fascinante, objeto de admiración, puede verse empañado por la “ausencia”. El poeta Müller describe la desaparición de un hombre que abandona la ciudad, y la canción de Schubert destaca este pensamiento inspirando a Schaller quien al narrar la “ausencia” transporta al observador a través de una atmósfera metafórica, de la que emerge un aura de tristeza por cómo se transforma el tiempo. Venecia.

En colaboración con Sonnabend Gallery, Nueva York