La necesidad de establecer un Museo de Cerámica en Grottaglie surgió de la conciencia del papel central que desempeñan hoy los museos como lugares que no sólo preservan la historia sino que también permiten su conocimiento y difusión.

El patrimonio cerámico de Grottaglie cuenta con una historia centenaria, aunque hoy en día todavía existen dudas sobre los orígenes y la probable datación del inicio de la producción cerámica debido a las incertidumbres de los testimonios documentales.

Creado el 22 de diciembre de 1999, el museo fue considerado el instrumento privilegiado para iniciar una reconstrucción de la historia de la cerámica Grottaglie. La elección del lugar fue especialmente acertada y, precisamente, las salas inferiores del Castillo Episcopio, construido en el siglo XIV por orden del arzobispo Giacomo d'Atri y durante mucho tiempo residencia de los arzobispos tarantinos.

La colección del museo, que ha crecido considerablemente a lo largo de los años, presenta un corpus compuesto de obras, compuesto principalmente por donaciones privadas, divididas en áreas temáticas y cronológicas.