El arte no conoce fronteras, muros, celdas, barreras: es libre de existir, respirar, discutir y hacer discutir. Y durante la pandemia han sido muchos los artistas que han replanteado su relación con el sistema del arte, inician un diálogo que ha ido más allá de los países para estrechar un solo abrazo colectivo. De aquí nació ONE VOICE: un movimiento social que promueve un festival internacional al aire libre donde el arte público se convierte en un medio para inspirar y unir comunidades. Fundada por Gil Shavit (Perú) y Eugene Lemay (EEUU), “ONE VOICE” dio sus primeros pasos en los momentos más difíciles de la pandemia como proyecto solidario en un momento de incertidumbre global. Y recolectó apoyo inmediato, tanto que creó un hilo rojo único a través de 30 ciudades, de 14 países en los cinco continentes.

Palermo se unió a ONE VOICE y está listo para hacer su parte: ya hoy se presentó el mural de Igor Scalisi Palminteri, una obra de fuerte impacto emocional que nació en la pared de un edificio en el Sperone a pocos pasos del vandalizado ICS Sperone-Pertini escuela en los días de la emergencia. El diseño del mural nació dentro del proyecto de la asociación Beyond Lampedusa, creada para apoyar la educación y formación de menores en situación de vulnerabilidad.