[u·to·pi:·a] es un proyecto fotográfico de Carlo Bevilacqua que, después de haber explorado el mundo de los ermitaños contemporáneos con "Into The Silence", ha dedicado casi cinco años a la realización de este viaje al mundo de " utopías realizadas". Desde India y Singapur hasta la isla de Vancouver, Canadá, cruzando Europa y Estados Unidos, entre comunidades alternativas, espirituales, artísticas, hippies, ecológicas pero también encontrando iniciativas individuales que encarnan el espíritu utópico de las grandes empresas. De la comunidad eco-espiritual de Damanhur en Italia a las de Auroville en India y Mandarom en Francia, de Spirit Land en Gales al pueblo socialista de Marinaleda en Andalucía, de Christiania, en Dinamarca, la más famosa de las comunidades hippies urbanas, a Uzupis el distrito de los artistas de Vilnius en Lituania. Todavía. Desde los ejemplos de Estados Unidos como Yogaville, Twin Oaks, The Farm, Arcosanti, Eliphante y Earthship en Singapur, la ciudad de la utopía capitalista, hasta empresas que, como Mulai, que sola plantó un bosque de 1500 hectáreas en un isla del río Bramhaputra en India devastada por una inundación la de Joop Van Lishout en Rotterdam un artista que ha desarrollado su propia poética sobre la utopía postindustrial.

En 1516, el filósofo Tomás Moro, muy probablemente inspirado en la república de Platón, acuñó el término "utopía" para describir una sociedad idealizada por principios comunitarios, que prospera en la agricultura, produce solo para el consumo y no para el mercado, donde la propiedad privada y el dinero son abolidos. Pero, ¿qué es la utopía hoy? ¿Existen realidades que han sido capaces de traducir en experiencia las abstracciones intelectuales y que realmente han dado vida a posibilidades alternativas de existencia basadas en las cualidades del Hombre? A lo largo de los años han nacido y se han desarrollado numerosos asentamientos a escala humana en los que no sólo se imaginan, sino que se experimentan, sociedades igualitarias, microuniversos en continua evolución, cuya organización se basa en modelos que intentan conciliar. una alta calidad de vida a la protección de los recursos naturales con un enfoque que integre ecología, educación, métodos participativos de toma de decisiones, tecnologías alternativas y proyectos económicos. Hijas de experimentos nacidos como fenómenos de vanguardia, a veces evolucionados en direcciones diferentes a las inicialmente concebidas o abandonadas una vez cesado el empuje propulsor, las "utopías realizadas" hoy, cada vez menos relegadas a los nichos de los movimientos alternativos, se encuentran ante desafíos sin precedentes con diferentes y urgentes solicitudes. Un deseo renovado de "otro lugar" implica necesariamente una redefinición de la naturaleza y el papel de la utopía. Las palabras del artista estadounidense Steve Lambert al respecto ofrecen el punto de partida para una nueva reflexión: “la utopía más que un destino es una dirección. La finalidad de la utopía es dar una dirección para progresar y no la de un "lugar" al que llegar. Está implícita la idea de un “futuro”, de un futuro sin errores cometidos anteriormente, con un nuevo punto de vista en la brújula que guía nuestro camino…”