Para la programación de la primavera de 2022, la Fondazione 107 pone en escena a dos fuertes personalidades de la comunidad artística piamontesa: Lucia Nazzaro y Sergio Ragalzi y presenta dos exposiciones personales que, a pesar de estar expuestas en espacios separados, interactúan de manera abrumadora a partir de la elección de la "paleta de colores: blanco y negro, los colores favoritos de ambos artistas pero en particular por el deseo común de desarrollar una investigación con el epicentro del hombre y, por último y probablemente por casualidad, el múltiplo de 12, ambos presentan creaciones de 12 obras.

Sergio Ragalzi presenta doce grandes cuadros, nacidos en 1985 a raíz de un libro sobre la bomba atómica lanzada en Hiroshima y Nagasaki recibido como regalo. En el libro no hay imágenes humanas, quedan débiles signos del hombre en las paredes y en las paredes dadas por las huellas de hollín. Con la bomba atómica el hombre desapareció y con él terminó una generación incluyendo todo lo que lo rodeaba y formaba parte de su mundo, en un instante todo se reseteó, hasta los objetos se fusionaron.

Es lo mismo que ocurre en el proceso fotográfico, en el que la impresión sobre el papel se produce a través de la luz, la misma luz de la bomba atómica ha neutralizado la fisicalidad del hombre del que sólo queda la huella. Así nacen las “Sombras Atómicas”, pinturas de gran tamaño, cada una de 4 x 3 metros, nunca expuestas hasta hoy por sus grandes dimensiones. Si le preguntamos al artista por qué de una dimensión tan importante, Ragalzi responde: porque era del tamaño de la habitación de mi estudio donde pintaba y no podía agrandarlas.

Pero, ¿qué es la sombra? Algo impalpable, semi-visible que nos sigue constantemente, nos envuelve, que se hace presencia y ausencia en las variaciones de la luz y de hecho nunca nos abandona. Algo inexpugnable, que cambia de tamaño conservando las características de la forma reflejada, protegiéndonos a veces del calor, que nos sigue constantemente hasta hacerse uno con nosotros, con nuestra fisicalidad, una extensión de nuestro cuerpo, una extensión elástica que nos envuelve , nos persigue, una presencia indiscreta como un guardaespaldas o un ángel de la guarda.