Entre los artistas que han aportado una de las interpretaciones más acertadas y originales de cómo traspasar la frontera entre la figuración y la abstracción, Antoni Clavé (Barcelona, España, 1913 - Saint-Tropez, Francia, 2005) vuelve a Venecia , ciudad que ha reafirmado y consagrado el éxito que ya disfrutaba el artista a nivel internacional con la cesión de todo el pabellón español a su incesante investigación en 1984. De nuevo con motivo de la Bienal de Arte, el artista es ahora protagonista de una gran exposición organizada por ACP - Art Capital Partners en su prestigiosa sede expositiva: el Palacio Franchetti , junto con el Archivo Antoni Clavé .

La exposición -comisariada por Aude Hendgen , historiadora del arte y responsable del Archivo Antoni Clavé y Sitor Senghor , comisario independiente- consta de una cincuentena de obras entre pinturas y esculturas, incluidas las de gran tamaño, seleccionadas para explorar uno de los temas más queridos por el artista. : el de los guerreros . Reconociendo una influencia de las imágenes iconográficas de las estatuas y las máscaras africanas, la exposición se presentará del 23 de marzo al 27 de mayo de 2023 en la Fundación Donwahi en Abidjan para cerrar el círculo de referencias que caracterizan la exposición.

Después de Jean Dubuffet y Massimo Campigli, ACP - Palazzo Franchetti confirma su interés por los artistas del siglo XX que tienen un vínculo particular con la ciudad de los Dux y presenta a Antoni Clavé para la 59ª edición de la Bienal de Venecia. A través del filtro del tema guerrero, la exposición ofrece la oportunidad de indagar en la investigación del gran maestro español a través de la evolución de su estilo. De hecho, es un tema recurrente en su investigación y aparece ya en 1958 primero en sus pinturas y luego adquiere sustancia y volumen y así también populariza el mundo de las esculturas. Le sigue la exitosa serie de Reyes que dominó el imaginario artístico del artista en la década de 1950 y continúa así la elección de personajes antiguos, últimos herederos de una civilización desaparecida que se transforman en poderosos arquetipos de la herencia española. Las pinturas abarcan desde 1958 hasta la década de 1990 e incluirán algunas obras esenciales ya expuestas en la Bienal de Venecia de 1984. Las esculturas, que también incluyen los famosos "gabinetes", revelan el amor de Clavé por los materiales más heterogéneos -incluida la madera, el metal, el cartón- y chatarra.